Este coche llegó a nuestras manos en 1975, se encontraba en la Isla de La Palma y como la mayoría de los coches de gama alta de esa época se encontraba transformado en coche fúnebre, el motivo de esa transformación era evitar que el gobierno incautase el vehículo a sus propietarios por la guerra, de esta forma el coche se aseguraba su inmovilización.
Una vez en Tenerife comenzamos la laboriosa tarea de devolverlo a la normalidad, para ello fue necesario conseguir otro coche igual para sustituir las piezas que la faltaban al Fúnebre.
Estas son las imágenes de una restauración en toda regla.